El Exitómetro


Un importante, y joven hombre de negocios viajó desde Australia hasta un pequeño pueblo en los interiores de Tailandia para encontrar a un sabio maestro, el cual enseñaba la técnica para superar cualquier tipo de miedo. Luego de pagar mucho dinero por dicha lección, el hombre regresó a su vida en Sídney, listo para aplicar su nueva destreza.
Al final de su vida, se había convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, tenía su nombre escrito en cinco records guiness, fue presidente de su país en una oportunidad, había logrado sus más grandes sueños, se había casado con la mujer más hermosa que él había encontrado. Parte de su fortuna la había hecho al formar parte de una importante banda de rock con la cual visitó casi todo el mundo. Sus empresas brillaban por su excelencia y la diversidad de rubros comerciales. Era un hombre de pocos estudios formales, de muchos logros y miles de anécdotas sobre las veces que las cosas no fueron bien. 

Un día, ya enfermo y consciente de la cercanía de su muerte, decidió entregar su secreto a la siguiente generación. Llamó a sus dos hijos y les dijo lo siguiente:
- Queridos hijos, hace muchos años un sabio me entregó un instrumento para vencer todo tipo de miedo, ahora se los quiero dar a ustedes - entonces sacó de una bolsa negra algo parecido a una brújula y continuó- les diré lo mismo que él me dijo cuando me lo entregó: siempre que sientan que el miedo aparece en su corazón, saquen este aparado y si la flecha sigue apuntando hacia “el bien” significa que lo van a lograr con éxito. Eso quitará todo temor dentro suyo. Solo hay dos cosas que deben prometer: nunca la sacarán de la bolsa negra, a menos que sea para consultarla sobre sus miedos. Y segundo, nunca la compartan con nadie, hasta el día de su muerte, cuando ya sea tiempo de pasarla a su siguiente generación, si rompen esas tradiciones, dejará de funcionar.

Sus hijos lo recibieron con incredulidad y después de la muerte de su padre decidieron probar la falsedad del instrumento. Lo enviaron a un importante laboratorio científico, el cual determinó que la flecha estaba firmemente sujetada a su base, por lo tanto, nunca se había movido, y nunca se iba a mover. Aún así, hay gente que cree que al romper con la tradición, se perdió su encanto y por eso no funcionaba más.

Tal vez el éxito de este hombre no venía del exitómetro, o de algún raro aparato que asegure el futuro, sino de su seguridad de que al final de muchos intentos fallidos, llegaría a su meta. Wall Disney decía: “Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”. Cuando tu corazón sueña con algo, es porque es mayor la probabilidad de que suceda, a que fracase. El miedo es tan cierto como tú lo creas. La lección es sencilla, ¿hasta dónde podrías llegar si no obedecieras al miedo?

Lic. Famel Vasquez
Licenciado en Comercialización

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More