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El pecado más dañino es: no creer
El defecto más destructivo es: no creer
La debilidad más peligrosa es: no creer
El problema más estresante es: no creer
La enfermedad más cruda es: no creer
Y ahora que entendí esto:
No me importa cuántos pecados cometo, sino cuántas veces me vuelvo a levantar.
Mis defectos se han convertido en una oportunidad para superarme como persona.
Mis victorias son mucho más dulces debido a mis debilidades.
Mis problemas con entrenadores de resistencia, que me preparan para un nuevo nivel de éxito
Y no existe enfermedad suficientemente fuerte para matar mi esperanza.
Porque conservo la gran solución que es:
Creer que mañana seré mejor que hoy.
Mientras creas que mañana estarás mejor, jamás llegarás a lo peor.
La clave es creer.
Escrito por:
Famel Vasquez
Mercadólogo (Lic. Comercialización)
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